Hoy vengo a enseñaros 72 litros de agua. 6 packs de 6 botellas de 2 litros cada una. Es decir… 72 kg.
Algo menos de lo que he perdido yo.
Ahora piensa en cargar esos 72 litros de agua y subir 3 plantas de escaleras, en andar 12.000 pasos cargando esos 6 packs de agua, ir a hacer deporte, a la playa o a sentarte en una terraza, cargando eso a las espaldas. Intenta llevar una vida activa metiéndote esas 36 botellas dentro de la ropa. Intenta pasar tranquila un verano a 40 grados envuelta en esos 72kg de más.
Visto así suena a auténtica majadería… y sin embargo es el día a día de muchas personas y era el mío.
Nunca, nunca, nunca, te atrevas a mirar a una persona gorda, obesa, con sobrepeso, grande (llámalo como quieras) por encima del hombro. Nunca has estado en esos zapatos, nunca has cargado sus «botellas». No te atrevas a darle consejos, a decirle lo que harías en su lugar, o cómo solucionar su situación.
Porque yo he cargado esos 72kg, yo sé lo que se siente al moverlos, al intentar perderlos y ver que vuelven, más pesados, con más dolor, desesperarme por ellos…
Así que el próximo día que quieras decirle a alguien cómo vivir o quieras expresar que la cirugía es el camino fácil, hazme un favor y mira a la persona que tienes delante, empatiza y .
Por mi parte… cada día doy gracias por la decisión tomada, que de fácil no tiene nada y aún estoy a «medio arreglar» porque el reflujo no está siendo fácil de sobrellevar, pero paso a paso aquí no se rinde nadie.